Es común hoy en día la proliferación de almuerzos con motivos laborales.
Fomentan las relaciones interpersonales entre los empleados de una misma empresa ya que se tiene tiempo para comentar aspectos que no se suelen tocar durante la jornada de trabajo. Ayudan a estrechar relaciones entre colegas de otras compañías para intercambiar experiencias e información de interés. Inclusive se pueden cerrar negociaciones con un cliente importante que necesitan una atmósfera más relajada y placentera y una oportunidad de que un grupo de trabajo y su superior jerárquico se consolide como equipo.
Los almuerzos de trabajo se aprovechan al máximo cuando se cuida la etiqueta en la mesa, ya que permite enfocarse en el tema de la reunión. Algunos aspectos que hay que recordar:
Los cubiertos a los lados del plato base se utilizan en el orden de afuera para adentro.
No comience a comer hasta que su anfitrión no lo haga o le indique que lo haga
No hable con la boca llena ni mastique con la boca abierta
Si algo le molesta al masticar, como semillas, huesos de pollo, etc. puede sacarlo de la misma forma que entró.
Parta el pan con la mano, trocito a trocito. Nunca use el cuchillo. Se unta de mantequilla cada trocito partido y nunca toda la rebanada de una vez. Se puede pinchar un pedazo de pan con el tenedor para recoger salsa del plato.
Si quiere compartir algo de su plato con otro, colóquelo en su plato del pan.
No se sopla la sopa o la comida caliente.
En la actualidad, parte del éxito radica en el establecimiento de buenas y amplias redes de negocios entre profesionales y empresarios colegas. Un almuerzo de negocios pone a disposición una ocasión para fomentar redes y fortaleciendo además las buenas relaciones con clientes, compañeros de trabajo y jefes.
Una comida permite reunirse con personas que de otra forma serían inaccesibles por sus compromisos familiares o profesionales. Ayuda a conectarse con el mundo y desconectarse de la rutina de la oficina.
Algunos puntos importantes para que sea un éxito la reunión serán:
Cuidar los buenos modales en la mesa, como ya se ha mencionado antes.
No hablar mucho e indiscriminadamente de cosas personales.
Beber tanto que se pone a insultar a otros invitados o se pasa el nivel de respeto con chistes de doble sentido y de mal gusto.
Es preferible ofrecer ir al sitio preferido de su invitado y no obligarle a él o ella a trasladarse al lugar cercano a su empresa.
Si usted es quien invita, entonces es el anfitrión (na). Por lo tanto, el menú que elija, la ropa que lleva y su modo de hablar o escribir serán la imagen de su compañía o institución. Es importante tomarse el tiempo con anterioridad para supervisar personalmente el menú seleccionado, ya que es agradable y gratificante una comida de calidad.
Si se es invitado, es importante responder prontamente si se atenderá al almuerzo o no, ya que muchas veces se han asignado puestos o se cuenta con su presencia para pagar la cuenta de un colega agasajado.
En la invitación, cuidar de indicar o decir el código de vestimenta que se espera, para que los invitados sepan como presentarse.
Se debe cuidar que todos tengan como transportarse al lugar del evento. Finalmente, hay que señalar si se convida al cónyuge o no, en los casos que aplique.
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