En la Universidad de Michigan (EE UU) han diseñadoun láser para derretir la grasa sin quemar los tejidos que la rodean, que podría usarse para el tratamiento del acné. Su haz infrarrojo de 1.708 nanómetros aprovecha una longitud de onda única que la grasa puede absorber con más eficiencia que el agua. Por eso el láser puede penetrar la piel y el músculo con un daño mínimo a su paso para llegar a las acumulaciones más profundas de grasa y destruirlas, explica Mohammed Islam, profesor de Ingeniería eléctrica y Medicina interna, y coautor del artículo que publica la revista Lasers in Surgery and Medicine. El láser podría tratar el acné si se enfoca hacia las glándulas sebáceas que producen grasa. "Normalmente es muy difícil penetrar a profundidad suficiente en la piel debido a la absorción del agua, pero seleccionamos una longitud de onda que es adecuada para las grasas", aclara Islam. El nuevo láser, cuyo generador tiene el tamaño de un reproductor de discos DVD, puede llegar a glándulas que están a más de 1,5 milímetros bajo la piel. Para prevenir las quemaduras los investigadores aprendieron que primero debía enfriar la piel antes de tratarla, y llevaron a cabo los experimentos sobre muestras de tejido humano que habían sido extirpadas debido a su proximidad a cánceres de piel que no eran melanoma. En cuanto al láser, el trabajo multidisciplinar de ingenieros, médicos y biólogos permitió construir un generador de láser que "es compacto y económico y tiene posibilidades reales de colocarse bien en el mercado".
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