NUEVA YORK -- La liberiana Leymah Gbowee consideró el viernes que el premio Nobel de la Paz, que ella comparte este año con dos galardonadas más, "es para las mujeres africanas" y celebró que la distinción reconozca "el papel crucial de las mujeres para promover la paz" en el mundo. En una entrevista telefónica con AFP mientras llegaba a Nueva York para presentar un libro, Gbowee, de 39 años, estimó que se trata de un Nobel "para las mujeres africanas". "Es para las mujeres en general, pero particularmente para las mujeres en África", explicó feliz por este Nobel que comparte con su compatriota, la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, y la periodista yemení Tawakkul Karman. Con 39 años, esta madre de seis niños juzgó que el premio es "un reconocimiento" de que las mujeres tienen ahora "algo que decir". "Nadie más podrá minimizar nuestro papel de ahora en adelante. Pienso que el mundo ha reconocido el papel, la inteligencia y la contribución de las mujeres", añadió esta mujer que ha sido apodada como 'la guerrera de la paz', por haber sido el origen de un movimiento pacífico femenino que contribuyó a ponerle fin a la segunda guerra civil de Liberia en 2003. Este Nobel "refuerza nuestro mensaje de que el papel de las mujeres para promover la paz y la seguridad en el mundo es crucial", sostuvo un poco más tarde en una iglesia de Harlem, en Nueva York, donde fue calurosamente aplaudida. Allí habló de su fe, de su recorrido, y estimó que "no había hecho nada extraordinario". "Jamás la violencia ha arreglado nada", insistió. La ganadora del Nobel subrayó que el galardón ha recompensado a tres mujeres que utilizaron sus medios no violentos para resolver un conflicto. Unas horas antes, Gbowee se había dirigido a los estudiantes de la Universidad de Columbia, a quienes explicó su trayectoria, sus vivencias en los años de guerra, su ira y cómo siempre ha estado determinada a contar "su verdad". Preguntada por el movimiento 'Occupy Wall Street' ('Ocupemos Wall Street'), recomendó a quienes se interesaron por su opinión al respecto que hay que ponerse objetivos y mantenerlos. La llegada al poder de la presidenta liberiana, Elle Johnson Sirleaf, que luchará por conseguir un nuevo mandato la semana que viene, estuvo favorecido por el trabajo sobre el terreno de Leymah Gbowee, y ésta afirmó este viernes que sentía "mucho respeto" por Sirleaf. Durante una jornada neoyorquina en la que fue encadenando intervenciones, Gbowee invitó igualmente a todo el mundo a ser mensajero de la paz "en su comunidad". "No esperen a un Mandela, a un Gandhi, a un Martin Luther King, sino sean vuestro propio Mandela, Gandhi y vuestro propio Martin Kuther King", instó. "Ustedes conocen sus propios problemas, sus motivos de inquietud, sus prioridades, y son los mejores situados para trabajar por su propia paz porque nadie lo hará mejor que ustedes", añadió. Para la premiada, su galardón es también "un homenaje a Wangari Maathai", la primera mujer africana que fue premiada con el Nobel de la Paz, en 2004. Esta militante ecologista keniata, fallecida a final de septiembre de este año, luchaba contra la deforestación. "Leymah Gbowee movilizó y organizó a las mujeres más allá de las líneas de división étnicas y religiosas para ponerle fin a una larga guerra en Liberia y asegurar la participación de las mujeres en las elecciones", señaló el presidente del comité Nobel noruego, Thorbjoern Jagland. Comenzada en 2002, la iniciativa original de esta trabajadora social pretendía que las mujeres rechazaran a los hombres mientras continuaran las hostilidades en el país, lo que obligó al presidente Charles Taylor (1997-2003) a incluirlas en las negociaciones de paz antes de su caída.
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