Testimonios: Cuando me enteré de que me engañaba..

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MO SUPERAR MEJOR UNA INFIDELIDAD?


Consejos para superar una infidelidad
© Monoprix

Enterarte de que tu pareja te engaña genera, forzosamente, mucho dolor. Te damos algunos consejos para superar la situación: 

Darse un tiempo. Para estar triste, abatida, furiosa... reacciones sanas y normales en una situación como esa. Para pasar esta fase y digerir el shock, tienes que quitar a tu parejade tu vida, al menos durante un tiempo. Sin contarle a todo el mundo lo que te ha ocurrido. 

- Hay que distinguir una herida de amor y de amor limpio: que te engañen es, ante todo, algo humillante. Así en nuestro sufrimiento, siempre intentamos separar el amor que sentimos por la persona que nos ha engañado y la herida del orgullo. Decir "me ha engañado porque soy fea y no valgo para nada", es humano, pero es mezclar dos cosas diferentes: nuestros problemas de autoconfianza los tenemos que solucionar nosotras mismas.

Una vez hayamos llorado, hay que evaluar la gravedad de la situación. No todas las infidelidades valen. No es lo mismo una infidelidad puramente sexual y una infidelidad amorosa. ¿Lo mejor? Si puedes, háblalo con alguien de tu entorno. Un hombre, sería lo ideal (ni un ex, ni tu padre, evidentemente), sabrá analizar mejor la situación. 

Intentamos entenderlo. Detrás de una infidelidad se esconden a menudo problemas más significativos: frustración, miedo al compromiso... Esta crisis actúa como una señal de alarma. En lugar de darle vueltas en una esquina, aprovecha para establecer una comunicación con tu pareja. Descubre así las razones verdaderas de la infidelidad. A menudo es mucho menos grave de lo que pensábamos. Consultarlo con un psicólogo especializado en relaciones de parejapuede ayudar.

Ocúpate de ello. El anuncio de una infidelidad genera un inmenso vacío afectivo, que te puede llevar a la depresión. Así que tienes que cubrir ese vacío y salir, ver el mundo. Aunque no estés de humor para eso. Prohíbete estar sola demasiado tiempo. 

Perdonar está permitido si sigue habiendo sentimientos. Siempre y cuando sigas teniendo energía, ganas y la confianza necesaria para seguir juntos. Sin embargo, el perdón es un signo de debilidad si la persona engañada lo acepta todo y se hunde en la pasividad. 


Ya no le gustaba

 
Seducir y reconquistar a su marido

Ana, 30 años, comerciante

Jose es el hombre de mi vida. Lo supe en cuanto nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Y estoy dispuesta a perdonárselo todo. Cuando no se muestra muy atento conmigo, le busco excusas. Cuando se olvida de nuestro aniversario, soy yo quien le invita al restaurante. Me quiere, estoy segura, pero no sabe mostrármelo, así que soy yo quien hace el esfuerzo por los dos.  

Lo hice todo para retenerle
En cuanto supe que tenía un lío, evidentemente, me puse en su contra. Pero discutimos y lo entendí. Él era consciente de toda la atención que yo le prestaba, pero pensaba que me olvidaba un poco de mí misma. Tenía razón. 
A fuerza de ocuparme de él, no me ocupaba de mí misma. Me había convertido más bien en una madre en lugar de una amante. Así que decidí reconquistarle. Me apunté a un gimnasio y me empecé a vestir de manera más sexy. En resumen, me dedicaba tiempo a mí misma. No quería dejarlo marchar. Mis amigas creen que soy un poco masoquista. Pero yo sé que es sólo que estoy enamorada... Tengo la recompensa: seguimos juntos y ¡ya no me engaña! 

Lo entendí enseguida

 
Perdonar un infidelidad

Leticia, 28 años, actriz   

Hace dos años y medio, Seb, pasaba por una época muy difícil, Su tía, que era la que le había criado, se puso muy enferma. Se pasó meses en el hospital entre la vida y la muerte. Nos preguntábamos cada día si sería el último. Después, poco a poco, fue recuperando las fuerzas para al final poder salir del hospital bien aunque un poco débil. Para celebrarlo hicimos una gran cena. Seb quiso seguir la fiesta en una discoteca. Yo preferí irme a casa a dormir porque al día siguiente tenía que madrugar para ir a trabajar. Llegó de madrugada y a penas me lo crucé.  Pero por la noche, cuando llegué a casa, me esperaba detrás de la puerta...  

No quise saber nada
Sin flores, ni una cena a la luz de las velas, me dijo que me había engañado. Era con una desconocida en la discoteca. No quise saber hasta dónde llegaron. Pero inmediatamente supe que le perdonaría, porque no intentó ocultármelo ni justificarse.  
Y lo entendí: después de pasar unos meses angustiosos, necesitaba soltar toda esa presión. No tenía nada que ver con nosotros. Evidentemente, me dio mucha pena, y evidentemente que me sentía dolida y herida, pero preferí pasar página. Eso pasó hace seis meses. No lo ha vuelto a hacer y ¡seguimos siendo muy felices! 

El tópico de la secretaria

 
Vengarse después de una infidelidad

Sandra, 32 años, compradora de arte 

Cuando me casé con JJ, sabía que pasaríamos por momentos difíciles. Que con los trabajos posesivos y losniños no tendríamos tiempo suficiente para nuestra intimidad. En fin, ese tipo de problemas que tienen todas las parejas. Pero con JJ me tuve que enfrentar a otro tipo de tópico: ¡me engañó con su secretaria!

Quise hacérselo pagar
Cuando me enteré, quería matarlo. Pero al final no quise cuestionarlo todo. Nuestro compromiso era más importante que su lamentable aventura. Sin embargo, para hacerle pagar, decidí que yo también le engañaría. Elegí a un compañero de trabajo que intentaba ligar conmigo desde hacía meses, e hice todo lo posible porque mi marido se enterara. 
Cuando se enteró, evidentemente, no se atrevió a montarme ningún numerito, pero sé que lo pasó muy mal. El problema es que aquello, en realidad, no me consoló mucho... Desde entonces seguimos juntos todavía, pero ya no nos tenemos confianza. Es una situación insoportable. 


Espero a que se decida

 
Mujer resignada, tolerar una doble vida

Fanny, 38 años, restauradora

Juan y yo hemos tenido problemas para tener a nuestra hija. FIV,tratamientos de todo tipo... pero al final nació, aunque con un problema de salud. Me ocupé de ello y como al mismo tiempo trabajaba mucho, tenía muy poco tiempo para mí misma. Mi look y mi pelo no eran mi prioridad y engordé. Juan me decía "podrías hacer un esfuerzo", pero sin insistir demasiado. 
Nuestra hija se curó. Yo continuaba trabajando mucho. Ya no hablaba con Juan, pero tampoco discutíamos. Y un día una amiga me dijo: "He visto a tu marido abrazado a una mujer en la calle". 

Alterna entre su amante y yo
Le saqué el tema en cuanto entró en casa, con la esperanza de que lo desmintiera... pero admitió que estaba con alguien desde hacía meses. Lloré y me decía una y otra vez: "no es posible, si nos queremos..." Le dije que eligiera y él me dijo que era demasiado pronto, que quería pensárselo antes de echar a perder su familia. Acepté darle un tiempo. 
Ahora, alterna unos fines de semana conmigo y otros con ella. No pierdo la esperanza de que vuelva, no quiero ser dura con él. Todo el mundo me trata de loca, pero es mi vida. Desde hace seis meses.

Claudia, 30 años, asistente de direcciónRuptura y mudanza

Con Lucas, todo fue muy rápido. Fue un flechazo durante una cena en casa de unos amigos comunes. Nos acostamos juntos la primera noche. Al cabo de un mes y medio nos dijimos que nos queríamos. Mis amigas no paraban de repetirme que nunca me habían visto tan feliz. Y era verdad. Yo estaba contenta, estábamos planeando coger un apartamento juntos. Después, un día, vi un mensaje de texto de una chica que yo no conocía y que le deseaba las buenas noches. El problema fue que estaba firmado como Isa mientras que el número estaba guardado como Toni...

¡Traicionó mi confianza! Cuando le pregunté quién era Toni, él me contestó que "un viejo amigo de la universidad". "¿Y Isa?". Ahí se quedó sin palabras. Después me explicó que lo nuestro iba demasiado rápido. Que tuvo miedo, y que Isa era una « antigua amiga » a la que veía de vez en cuando y a quien no había dejado de ver, pero que ¡para él no significaba nada!

Quería perdonarle, prolongar nuestro cuento de hadas, pero no pude. Nuestra relación se basaba en la confianza. Él rompió esa confianza, así que le monté un numerito y le puse de patitas en la calle, Desde entonces no le he vuelto a ver. Él tampoco ha intentado llamarme. He sufrido mucho, pero no podía ser de otra manera. Ahora ya no creo más en los flechazos.

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This page contains a single entry by ErnestoCastilloTafur published on 28 de Octubre 2011 7:27 PM.

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