Creencias como que no podrás, que no eres suficiente, que el mundo es injusto y hay quienes no se pueden levantar... son creencias que muchas veces albergamos sin traerlas completamente al conciente.
Pueden ser vocecitas dentro de nuestra cabeza a las que estamos tan acostumbrados que no las percibimos del todo - Pero que nos influencian poderosamente - ya a las que sí escuchamos.
Hoy te proponemos este ejercicio:
1 Siéntate por unos minutos, ponte en calma y recuerda alguna situación que no haya resultado a tu entera satisfacción.
2 Ahora sólo escucha lo que te dicen esas voces. Déjalas fluir y escucha.
¿Qué dicen? ¡¿Ya te fijaste en los mensajes que te repites constantemente?!
Te sugerimos que empieces a llevar un diario de estos mensajes. Detectarlos y reconocerlos te ayudará a saber que temáticas necesitas abordar en tu crecimiento.
Hay quién te dirá que cambies esos pensamientos, reemplazándolos por pensamientos nuevos que repetirte constantemente. A veces con esto es suficiente, y a veces no. Habemos a quienes tal estrategia no nos resultará útil a menos que confrontes - y sanes - el origen del que provienen. Te sugerimos que de momento sólo los detectes, y no te preocupes tanto de cambiarlos.
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