Google se ha convertido, por derecho propio, en una de las potencias que mueven las piezas del ajedrez cibernáutico. Y es un jugador difícil de abatir, tozudo y que no deja de producir titulares en los medios tradicionales (y no tradicionales) de comunicación. Ha pasado de ser un simple buscador a fabricante de teléfonos, de energía eléctrica, de banda ancha y proveedor de innumerables servicios que para algunos de nosotros son ya indispensables. ¡Qué miedo!
Y para fomentar nuestra conspiranoia monopólica ciberespacial, he aquí una muestra de ideas sobre futuros (o presentes) productos de Google:
El G-Board (para no tener que aprenderse de memoria engorrosos atajos de teclado):
El cubo Google (¿Goobik?):
más imágenes tras el salto...
El Google Fridge, que mantiene tus bebidas a la temperatura ideal para un geek:
Los Google Boxers (para ponértelos cuando quieres tener suerte):
El Google-Chocolate (Googlate), igual que los demás, pero más barato porque trae publicidad incluida:
Los Google Sneakers, para recorrer cómodamente las ciberpistas de la información:
El Google Perfume (aumenta tu PageRank con las chicas de inmediato):
El Google Papel de Baño, más grueso, más absorbente, pero con Adsense en cada hoja:
El Jabón de Google (aroma Gmail), que favorece tus enlaces entrantes:
Muñequitos idiotas de Android (el sistema operativo de Google), que no hacen nada diferente, pero son ligeros, por lo menos:
Googolopoly, el juego preferido de la empresa:
Leche Google (en fase beta, pero deslactosada):
El Google-Mouse (Mougle, o Goouse), que detectan tu historial de navegación y lo comparten con todo el mundo sin que te enteres:
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