¡
Hoy he abierto los ojos para verme ante el espejo de un modo que desconocía:
Soy maravillosa, soy bella tal cual como soy.
De hoy en adelante prometo cuidarme, protegerme, valorarme y por fin, lo que tanto necesitaba: amarme, así como siempre debió ser y como siempre será, porque yo y sólo yo, soy el verdadero amor de mi vida.
Un día sin darme cuenta, de cómo o porqué, abrí los ojos vi la luz, y por primera vez me vi en el espejo con claridad, me reconocí, poco a poco. Fue difícil pero me reconocí.
Esos ojos llenos de ilusión, sí son, o no, sí... ¡Son los míos!
Esa boca, sonríe, es hermosa, cálida y muy suave. La toco y dibujo con mis dedos.
Es mía, sólo mía, este cuerpo, perfecto, maravillándome emocionándome, sorprendiéndome...
Miro todo el conjunto por varios minutos y mi mente se resiste a aceptar que ♥ soy yo ♥.
Qué toda esa perfección soy yo, que ese brillo que me extasía es mi propio ser, mi esencia.
¿Dónde estabas? -Le pregunto a mi propio reflejo- ¿dónde te dejé y dónde te entregué? ¿Qué has hecho sin mí por tantos años? ¿Cómo lograste sobrevivir a mi olvido? ¿Así de fuerte eres?
Cuánto valor, te admiro, ¡espera!, pero si soy yo, entonces... es mi fuerza, es mi valor, me admiro a mí misma.
Por primera vez en muchos años, se siente bien mi corazón, y tú pequeña compañera, brotas de mi ojos otra vez; pero esta vez es diferente, esta vez no sufro, esta vez soy feliz.
Ya nunca más estaré sola, soy yo: cuerpo y esencia, mente y corazón, no me abandonaré, nunca más.
Prometo cuidarme, protegerme, valorarme y por fin amarme como siempre debió ser, como siempre será, porque yo y sólo yo, soy el verdadero amor de mi vida.
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© Autor: Natalia, de Toda Mujer es Bella.
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